Seguro que estarás de acuerdo conmigo en que la alimentación de los niños es esencial para su correcto crecimiento y desarrollo. Nos hemos comprometido como buenos tutores de nuestro hijos en ofrecerle una alimentación variada y equilibrada. Esta será la clave para reducir el riego de que sufra enfermedades, como la anemia, estreñimiento, entre otras.
Si bien es cierto que tenemos claras las nociones básicas en la alimentación de nuestro peque, también lo es que muchas también se nos escapan. Es completamente normal, ya que ni somos nutricionistas, ni tampoco nacemos siendo expertos.
1. Dieta mediterránea en casa
Como antes hemos mencionado es esencial que en casa comamos una dieta variada y equilibrada. Y decimos todos, ya que no es única ni exclusiva para la dieta infantil. De hecho, se ha demostrado que aporta todos los nutrientes necesarios para estar básicamente sanos.
- Aceite de oliva.
- Alimentos de origen vegetal, como las frutas, verduras, legumbres, champiñones y frutos secos.
- Pan y alimentos procedentes de cereales, como la pasta, el arroz y productos integrales.
- Alimentos proco procesados, frescos y de temporada.
- Lácteos, como yogurt y quesos.
- Carne roja con moderación y preferentemente como parte de guisos y otras recetas.
- Abundante pescado y huevos con moderación.
- Consumir la fruta fresca como postre. Pasa los dulces a su consumo ocasional.
- Agua, agua, agua, y más agua.
- Actividad física todos los días. Recuerda que es tan importante como la alimentación. No queremos más niños que caigan en la inactividad físcia.
Como ves la dieta mediterránea, no es solo adaptarnos a una serie de alimentos, sino implementar en casa un estilo de vida saludable.
2. ¡A moverse, todos juntos!
En este periodo en el que muchas actividades fuera del cole se han cancelado, hemos podido caer en la excusa de quedarnos en casa. Jamás hay excusa para el sedentarismo. Para ello deberemos de controlar el número de horas que pasan delante de las pantallas, como los videojuegos o simplemente la televisión.
Con la actividad física en los niños se mejoran las funciones cardiorespiratorias y musculares. Además, ¿A quién no le da apetito tras una jornada de deporte? Recuerda que las actividades infantiles, deben ir orientadas a cada etapa de crecimiento en la que se encuentren.
3. Lista de la compra elaborada entre todos
En el momento en el que elaboremos la lista de los alimentos que vamos a consumir es importante que los niños estén presentes. Y tras redactarla entre todos iremos a hacer la compra juntos también. De esta forma comprenderán día tras día las bases de una dieta saludable y a interpretar correctamente los valores nutricionales de los alimentos.
Esto es fundamental, especialmente en los niños más mayores, para que no caigan en el favoritismo por los productos procesados. Aprender a observar la etiqueta de un producto y seleccionar aquello que es más sano es imprescindible para no dejarse llevar por el título más visible y destacado.
4. Deja a un lado las pantallas en la mesa
Si antes hacíamos referencia a la prioridad de reducir las horas que pasan los niños frente a las pantallas, en plena era digital somos los propios padres los que necesitamos control. Al menos en muchos casos. Especialmente tras el cole, en la hora de la comida o en la cena, nuestros hijos están esperando nuestra atención y si no es así busquémosla.
Los dispositivos son útiles para comunicarnos en distancias y realmente son prácticos. Ahora bien, para mantener una conversación familiar que fortalezca diariamente los lazos tan solo constituyen un verdadero impedimento. Literalmente, un móvil en la mesa a la hora de comer es un intruso. Dejaremos cualquier tipo de dispositivo fuera de la mesa.
Busca, en cualquier caso, otra metodología de alimentarlo si busca cobijo en el entrenamiento de un juego o video para comer. Una pantalla no es la solución.
5. Asegúrate de que no cae en el sobrepeso
Más allá de poner en práctica dietas alimenticias dadas por nuestro especialista, es importante que tengas en cuenta otros factores. Uno de ellos es la necesidad de que duerman las horas básicas todos los días. ¿Qué tiene que ver el sobrepeso con las horas de descanso?
De hecho, diversos estudios realizados hasta el momento nos indican que están más relacionados de lo que pensábamos. Los niños de entre 6 y 12 años deberán dormir al menos 10 horas. Este factor será imprescindible para que no caigan en el sobrepeso y afronten las actividades del día con fuerza y vitalidad.
6. Adecúate a la educación parental actual
Claro está, que como comentábamos, no nacemos sabiendo ser padres. Pero la experiencia nos ha bastante sabiduría. Si tu hijo se deja todos los días algo en el plato, está claro que formar un berrinche también todos los días, no hará que hoy lo deje limpio. Respetemos su decisión en los límites que marquemos como tutores del niño. Terminará de comer cuando su apetito quede saciado. Es algo tan sencillo como eso.
De esta forma el niño no comerá más de lo que no debe. No confundir con una deficiencia de nutrientes, es evidente. Pero dejaremos a un lado la máxima del plato limpio que nos inculcaron de bien pequeños. Estos pequeños gestos harán que en un futuro el niño no caiga en el sobrepeso.
7. Los alimentos nos alimentan
Aunque suene algo estridente, en ciertas familias se confunde el cariño y las muertas de sentimientos con los platos de comida. Es decir, cuando recompensamos una acción del niño con su comida favorita siempre, estamos estableciendo una dependencia emocional a ciertos alimentos.
En un futuro existirá una mayor probabilidad de que el niño afronte emociones de todo tipo, incluidas negativas echando mano de la comida.
¿Solución? Muy sencillo. Hay mil y una forma de expresar nuestro amor y nuestro orgullo por el peque. Ser creativos también está en nuestra mano.
8. Organización hasta en los horarios
Antes hablabamos de la importancia de dejar a un lado las pantallas a la hora de comer. Pero, sirve de algo que no tengamos pantallas en la mesa, si no estamos juntos. Entendemos que no.
Es evidente en muchas ocasiones ciertos motivos de peso laboral, etc, impiden que esta reunión familiar en la comida se produzca. Aprovecha cualquier oportunidad para llevarlo a cabo y organizad horarios.
Si no es en la comida, aprovecha otro momento para comer reunidos, como por ejemplo en el desayuno, la merienda o la cena. Terminar el día cenando saludable, comentado lo ocurrido y unidos es realmente gratificante.
9. Destrucción a los alimentos no saludables
Somos lo que comemos, ¿Darías veneno a tus hijos? Claramente no. La importancia de observar el etiquetado de los productos es tan importante como comer a diario. Es decir, si comemos todos los días productos no sanos, procesados, etc, estaremos acostumbrando a los niños a una rutina directamente perjudicial para su salud.
Estos alimentos de clara diversión para ello, deben convertirse por tanto en un producto de tipo excepcional. Y como hemos comentado, no deberían constituir en ningún caso una forma de reconocimiento o premio.
10. Formación y enseñanza a nuestros hijos
Cuando estudiamos, como trabajamos, cuando criamos somos conscientes de que hay elementos que se nos escapan de las manos. Por ejemplo, en la actualidad nos estamos acostumbrando a dejar a un lado los alimentos procesados, o al menos, a mirarlos con cierto recelo.
Pero, ¿Comprendemos realmente por qué? ¿Constituyen realmente un veneno para nuestro organismo si se consumen diariamente? No tenemos porqué saber como padres, desde un principio, este tipo de cuestiones. Como tampoco es contraproducente reconocer aquellos aspectos en los que carecemos de nociones.
Formarnos diariamente y educarnos a nosotros mismos todos los días cambiando nuestros hábitos alimenticios no solo es saludable, sino que también es otra forma de desarrollarnos como mejores seres y como persona. Recuerda, además, que nuestros niños nos observan constantemente y la inquietud por el aprendizaje y buscar siempre la opción más saludable se convertirá en su premisa si lo observa de ti.
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