Sale el sol y queremos aprovechar al máximo todos los beneficios que ofrece. Por todos es sabido que el sol mejora el estado de ánimo, que incentiva a realizar más actividades o preparar planes con familia y amigos… Habitualmente se incide en las precauciones que se deben tomar para protegernos de la radiación solar. Pero, ¿sabemos cómo afecta el sol de manera beneficiosa al organismo? Es el momento de aprovechar lo bueno y protegerse de lo malo.
El sol: curiosidades del astro rey
Aunque pueda parecer que no necesita presentación, el sol presenta multitud de datos curiosos que siempre merece la pena conocer.
- Los planetas del Sistema Solar giran entorno a él, pero el sol también se mueve alrededor del centro de la Vía Láctea.
- Al igual que la luna, también influye en las mareas terrestres.
- El paso del tiempo también le afecta: cada vez calienta más, cada vez es más grande.
- No estaremos para verlo, pero los expertos aseguran que el sol acabará consumiendo el planeta.
- Las manchas solares pueden ser tan grandes como la Tierra.
- El sol es tan pesado como 330.000 planetas Tierra juntos.
- El sol tiene 4.6 billones de años.
- El astro rey cuenta con grandes cantidades de oro (el elemento) en su composición.
Seguro que algunos de estos datos sobre el protagonista pueden llegar a sorprender. Ahora que sabemos más, es hora de descubrir los beneficios que aporta en el día a día a las personas, y las diferentes maneras que existen para aprovechar sus cualidades únicas.
¿Cuáles son los beneficios del sol?
El sol aporta una gran cantidad de factores positivos que se suelen pasar por alto. Centrados en nuestra ajetreada rutina y lo damos por supuesto, solemos olvidarnos de algunos de los beneficios del sol. Eso sí, no se debe olvidar que la prolongada exposición al sol también puede tener efectos negativos. Todo lo recomendado en este blog requiere una exposición moderada y con control. Todo en exceso es malo, no debe olvidarse. De tal modo, el sol:
- Favorece la síntesis de vitamina D, que mejora la salud de huesos y dientes. A su vez, el calcio es vital para el correcto desarrollo de los huesos, el cual no se asimilará con facilidad si no existe esa vitamina D para ayudarle.
- Mejora el aspecto de la piel. Y, por supuesto, otorga el deseado moreno veraniego.
- Reduce las enfermedades cardiovasculares. La vitamina D también reduce y ayuda a regular la hormona paratiroidea, encargada de regular la presión sanguínea. De ahí el dicho: «La playa baja la tensión». No, lo que la baja es estar expuesto al sol en la playa. Además, también disminuye el nivel de colesterol, ya que la exposición al sol provoca que se sude y, por ende, que se queme grasa, al actuar como vasodilatador.
- Mejora la calidad del sueño. El sol provoca que descienda la melatonina, y por tanto, que se regulen los ciclos del sueño. Esto es: no solo se duerme mejor, sino que la sensación de descanso es mayor.
Estos son algunos de los beneficios que podemos aprovechar al exponerlos a los rayos solares. Algunas veces se suele olvidar la importancia de tomar el sol por meros gustos o afecciones personales (odiar el calor, ser fotosensibles, tener la piel seca, sudar, etc), pero esto no evita que el sol repercuta positivamente en el organismo.
¿Y qué efecto beneficioso tiene el sol sobre el sistema inmune?
La vitamina D que emite el sol también repercute de manera directa sobre las defensas del organismo humano. Uno de los últimos estudios publicados al respecto en la revista Scientific Reports, llevado a cabo por investigadores del Centro Médico de la Universidad de Georgetown (EE.UU.), permitió conocer que la luz del sol aporta energía a los linfocitos o células-T, células responsables de la defensa del cuerpo frente a patógenos y células tumorales.
Este tipo de células necesitan esa energía para poder moverse y desarrollar su labor dentro del organismo. Por tanto, si la luz del sol las hace más rápidas y les otorga una mayor eficiencia en su función, serán capaces de llegar con más velocidad al punto en el que se produce el ‘ataque’ o infección. No obstante, aún existen muchas investigaciones que realizar a este respecto, especialmente en el campo de sus potenciales aplicaciones.
Evita la exposición prolongada: protégete de lo malo
En DosFarma sabemos de la importancia de tomar el sol, pero se debe ser consciente de que la exposición prolongada puede provocar efectos adversos a los deseados. Es por ello que se deben tener en cuenta algunas precauciones antes de tomar el sol. Cuando se acercan los meses más calurosos y soleados es normal escuchar con frecuencia la importancia de usar el protector solar. Su utilización ayudará a evitar las quemaduras, prevenir el envejecimiento, y la posible aparición de cáncer de piel.
Del mismo modo, en relación a la temática central sobre cómo influye el sol sobre el sistema inmunológico, una sobrexposición facilita que los melanomas malignos crezcan con mayor velocidad cuanto mayor es la exposición al sol. Según afirma Cynthia Romerdahi, investigadora de la universidad de Oregon (EE.UU.), esto puede ocasionarse «no solo por los cambios celulares que provoca el exceso de luz ultravioleta, sino porque esas zonas de la piel han quedado erosionadas con el paso del tiempo».
Por tanto, los episodios de quemaduras solares provocados a lo largo de la vida pueden resultar fatales con el tiempo. Según datos del Instituto Catalán de Oncología, más del 80 por ciento de casos de melanoma podrían prevenirse con una adecuada protección solar a lo largo de la vida. En resumen, la piel constituye la primera línea de defensa ante la radiación ultravioleta: las quemaduras, por tanto, favorecen la eliminación de estas defensas.
Por último, es necesario recordar el uso de after-sun tras un día de exposición prolongada, ya que ayudará a mantener la piel hidratada y cuidada durante el resto de la jornada. Porque la piel hay que cuidarla tanto al tomar el sol, como antes y después de la exposición. Por ello, no debe olvidarse que lo más importante es estar bien protegidos ante los rayos UV, para así poder aprovechar al máximo los beneficios del sol.