Factores que afectan a la piel en verano
Lo único que no extrañamos del verano es que con el calor, también viene la sudoración. El calor y la humedad promueven una mayor estimulación de las glándulas sebáceas, lo que está relacionado con tendencias a empeorar el acné, los cuadros de eccemas y seborrea en el cuero cabelludo. Sin embargo estas olas de calor no afectan de igual manera a las pieles secas, que a las pieles normales o a las pieles grasas.
Por ejemplo, en el caso de las pieles secas, se ven favorecidas por la producción de “sebo” porque fortalece y favorece la hidratación en la piel, pero esta misma situación puede ser muy incómoda para el caso de las personas con pieles grasas con acné, en cuyo caso podría empeorar sus cuadros.
Naturalmente, el sudor tiende a aumentar la irritación y los picores, sobre todo en personas con pieles sensibles. Esta situación combinada con la exposición a playas o piscinas (que normalmente su cuidado incluye el uso de productos corrosivos para la piel como el cloro) son una combinación peligrosa para este tipo de pieles.
Condiciones que pueden empeorar durante el verano
- La rosácea: caracterizada por manchas y enrojecimiento de la piel, puede agravarse por el contacto con activos agresivos como el cloro. No te prives de divertirte, pero procura siempre ducharte con agua dulce y limpia después de disfrutar de la piscina y sobre todo, utiliza abundante crema hidratante.
- Los hongos: los ambientes húmedos y los aumentos de temperatura son el caldo perfecto para las infecciones fúngicas. Procura secarte la piel apenas salgas de refrescarte del mar o piscina y si percibes alguna mancha o comezón, aplica un producto específico para esta situación en tu farmacia más cercana.
- La dermatitis seborréica: sobre todo en el caso de las pieles grasas, tiende a agravarse en el verano por las olas de calor y el exceso de sudoración.
- Manchas solares: aunque en algún momento pudo parecernos un logro tener más “pecas”, las manchas son reflejo de una piel sensible que hay que cuidar para que no se dañe o envejezca más rápido de lo esperado.
- Dermatosis solares: este grupo engloba aquellas enfermedades en las que el sol es un desencadenante o puede intensificar los síntomas como la urticaria solar, el lupus, la erupción lumínica, la dermatitis fotoalérgica o la enfermedad de Darier.
- Cáncer de piel: ¿hay antecedentes de cáncer de piel en tu familia? Si es el caso, debes tomar aún más en serio el cuidado de tu piel para poder disfrutar sin preocupaciones.
¡Disfruta del verano!
Aunque tenemos que estar atentos a todas estas expresiones de nuestra piel, sabemos que el verano es para divertirse, así que te dejamos algunas recomendaciones a continuación para cuidar tu piel y disfrutar del verano:
- Mantener una rutina diaria de cuidado de tu piel (sea seca, normal o grasa): limpieza, hidratación y crema solar.
- No abusar de los exfoliantes en estos meses, nuestra piel genera sus propias protecciones y debemos saber aprovecharlas.
- Si vas con frecuencia a la playa o piscina, procura hidratar tu piel con más frecuencia de lo que acostumbras.
- Procura no estar descalzo en lugares públicos, y así podrás prevenir infecciones y hongos.
- ¡TOMA MUCHA MUCHA AGUA! entre un litro y medio y dos litros al día.
- Evitar estar expuesto directamente al sol entre las 11 y las 16 horas.
- Procura utilizar barreras físicas para protegerte del sol: gafas, sombreros, gorras, etc.