Las ampollas aterrizaron en el mundo de la cosmética hace relativamente poco para revolucionarlo. Y no han parado hasta convertirse en un imprescindible beauty. Este cosmético de última generación debe su éxito a su textura ligera y la alta concentración de ingredientes para tratar una gran cantidad de afecciones de la piel.
Se trata, por tanto, de un tratamiento único. Por un lado, proporcionan efecto buena cara al instante. Y, por otro, aportan una eficacia probada en un plazo de tiempo más largo.
¿En qué se diferencian de otros cosméticos?
Hay tres características fundamentales que diferencia las ampollas del resto de productos cosméticos. Su alta concentración de activos y el bajo peso molecular a fin de proporcionar una acción más profunda. Además, están libres de conservantes en su formulación, gracias al medio estéril de envasado. Esto hace que la fórmula sea totalmente tolerable, incluso por pieles reactivas. Actualmente, hay una ampolla para cada tratamiento de las afecciones de la piel. Y aunque no todas son de efecto flash, la alta concentración de algunos activos ofrece una acción igualmente instantánea.¿Qué pasos hay que seguir para aplicarlas?
- Limpieza previa. Hay que preparar la piel con una limpieza exhaustiva de cara y cuello para que absorba bien el producto. La piel debe estar limpia y seca para poder aplicar la ampolla.
- Abrir la ampolla. En primer lugar, agitar bien la ampolla antes de su uso para que se mezcle muy bien el producto. Por lo general, cada ampolla está preparada para dos aplicaciones. Así, tras verter la mitad del contenido en la palma de la mano, hay que cerrarla con el tapón que suelen incluir y conservarla. Se recomienda guardarla máximo durante 48 horas en la nevera.
- Extender el producto. Tras abrir la ampolla con el dispositivo que viene en el envase para romper con seguridad la parte superior de la ampolla, procedemos a extenderla. Primero, se vierte el contenido en la palma de la mano y con las yemas de los dedos, preferiblemente corazón y anular, se aplica en mentón, pómulos, frente y cuello.
- Ligero masaje. Se recomienda realizar un suave masaje y dando unos suaves golpecitos hasta la completa absorción del producto. Empezar en la barbilla y realizar círculos hacia los laterales. En el cuello se recomienda aplicar la ampolla con movimientos descendentes, desde el mentón al escote, a fin de corregir la flacidez.