Muchas son las causas que pueden influir en el desarrollo de las hemorroides, pero la que está relacionada más directamente con esta patología es el estreñimiento y la realización de esfuerzos defecatorios frecuentes y constantes.
El dolor no suele ser un síntoma de las hemorroides, pero cuando aparece se asocia a lo que los expertos denominan «crisis hemorroidal», es decir, una complicación aguda más dolorosa de las hemorroides. Las hemorroides internas y externas se trombosan y pueden llegar a abarcar toda la circunferencia anal, o parte de ella. Se pueden observar zonas necrosadas y edemas que pueden ir de moderado a intenso.
Causas:
Diarreas.
Estreñimiento.
Aumento de la presión intrabdominal.
Esfuerzos físicos intensos.
Abuso de bebidas alcohólicas o de comidas picantes.
Síntomas:
Inflamación y prolapso (salida al exterior de la hemorroide interna) de aparición brusca.
Dolor de intensidad variable, generalmente intenso.
Sensación de recto ocupado.
Fetidez, en caso de necrosis.
Secreción anal.
Tratamiento de la crisis hemorroidal
El dolor y las molestias que acompañan a la crisis hemorroidal provocan cierto miedo a defecar, lo que a su vez genera más estreñimiento. Si no tomamos las medidas adecuadas, como utilizar cremas especificas, podemos caer en una espiral que acabará agravando los síntomas.
A continuación encontrarás una serie de pautas que podrán serte de gran utilidad, aunque te recuerdo la importancia de acudir a tu médico ante cualquier duda o consulta:
Durante las crisis hemorroidales:
Toma baños de agua tibia, de tres a cuatro veces al día, durante 10 o 15 minutos. Aliviarás el picor y el escozor.
Usa analgésicos, como paracetamol. Tu médico te indicará cuál es el más indicado para tu dolencia.
Aplica cremas antihemorroidales, como Anso Crema Rectal, tanto en el interior del recto como en el exterior.
Aplica la pomada después de la evacuación intestinal y de haber lavado la zona con agua tibia y un jabón suave, no irritante.
Seca bien la humedad, coloca la cantidad de pomada recomendada en la punta de un dedo y aplícala en la zona a tratar. Cuando acabes, lávate bien las manos.
Si tienes que aplicar la pomada en el interior del recto, enrosca el aplicador que adjunta el producto en la boca del tubo. A continuación, introduce con cuidado el aplicador en el ano y presiona ligeramente hasta que notes que ha soltado una pequeña cantidad de producto.
Durante la defecación:
No reprimas el deseo de ir al baño por miedo al dolor. Eso provocará más estreñimiento.
No pases demasiado tiempo sentado en el baño ni hagas esfuerzos al defecar.
En caso de prolapso (salida al exterior de la hemorroide interna), devuélvelo al interior presionando levemente con el dedo.
No te limpies con papel higiénico. En su lugar, utiliza agua tibia con jabón suave o toallitas sin alcohol.
¿Se pueden evitar las crisis hemorroidales?
Después de haber superado un episodio de hemorroides, es muy importante evitar que vuelvan a molestarnos. Para ello, es necesario prevenir el estreñimiento mediante la inclusión de nuevos hábitos de alimentación:
Aumenta la ingesta de fibra diaria tomando frutas frescas, verduras, pan o bebiendo infusiones de semilla de lino de Soria Natural, cuyo alto contenido en fibra, no solo reduce el colesterol, sino que previene la constipación.
Bebe mucho líquido, evitando el alcohol.
Practica ejercicio de forma regular.
Debes tener en cuenta que existe cierto componente hereditario en las hemorroides, por tanto es posible que, a pesar de haber seguido todas estas recomendaciones, la enfermedad acabe por manifestarse.
No te dejes abrumar por los síntomas y «lo delicado» de la zona a tratar. Acude a tu médico de cabecera o especialista para obtener un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado.
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