Recibir el diagnóstico de cáncer, en cualquiera de sus formas, puede constituir uno de los mayores shocks que una persona puede sufrir a lo largo de su vida. A día de hoy, continúa siendo el tipo de cáncer más diagnosticado en mujeres, aunque las expectativas de tratamiento y supervivencia han mejorado considerablemente en los últimos años, gracias a avances e investigaciones científicas. No obstante, siendo totalmente honestos, la palabra cáncer sigue estando asociada a la posibilidad de muerte y, en menor medida, a la pérdida de calidad de vida. Esto conlleva un grave impacto psicológico para la mayoría de los casos, observándose numerosas reacciones en las personas que reciben el diagnóstico, todas ellas totalmente normales al tratarse de una situación de duelo o pérdida. Y es que en la Psicología del Duelo siempre decimos que cualquier reacción ante el duelo es normal, ya que la situación en sí es anormal, entendiendo por anormal que nuestro cerebro no está naturalmente preparado para ese impacto.

Cómo acompañar a una persona que ha sido diagnosticada con cáncer

Una de las cosas que más comentan los pacientes diagnosticados de algún tipo de cáncer en consulta es la presión social a la que se ven sometidos tras el diagnóstico, sobre todo en lo relativo a la actitud y mentalidad positiva que deberían ser capaces de mantener durante todo el proceso. La realidad a la que nos enfrentamos es que el diagnóstico oncológico está relacionado con la aparición del episodio depresivo y tratar de fingir que esto no es así no lleva a la persona a encontrarse mejor, sino a sentir que su estilo de afrontamiento no es válido y no sabe hacerlo bien. Por supuesto, no todas las personas diagnosticadas desarrollan depresión tras el diagnóstico, pero cualquiera de ellas puede experimentar momentos de tristeza, apatía, anhedonia (dificultad para disfrutar de las cosas) o pensamientos de desesperanza. Y como sociedad debemos aprender a normalizar este proceso y darle el enfoque natural que tiene, así podremos acompañar mejor a la persona en el camino.

Por eso trata de evitar algunas de las siguientes frases:

· Tienes que ser positivo/a.
· Tienes que ser fuerte.
· Deja de preocuparte.
· No llores
· Otras personas han pasado por lo mismo que tú
· Trata de no pensarlo mucho

Y sustituyelas por:

· ¿Cómo puedo ayudarte en este proceso?
· ¿Qué necesitas de mí?
· Es natural lo que estás sintiendo, puedes contármelo si te apetece.
· ¿Quieres que hablemos de ello o necesitas desconectar?
· Puedes apoyarte en mi si lo necesitas.
· La situación que estás viviendo es muy dolorosa, me encantaría saber cómo necesitas que te acompañe en esto.
· A veces no sé muy bien qué decirte, no dudes en explicarme si en algún momento no he sabido responder mejor.

Autoestima e imagen corporal en el cáncer de mama

El tratamiento del cáncer de mama, al igual que ocurre en otros tipos de cáncer como el colorrectal, puede implicar a veces una mastectomía simple o doble (un proceso quirúrgico en el que se extirpa todo o parte del seno). Hoy en día contamos con procedimientos de reconstrucción increíblemente avanzados que garantizan muy buenos resultados, pero a menudo no pueden llevarse a cabo inmediatamente tras la extirpación del tumor. A veces la paciente debe someterse a sesiones de quimioterapia, inmunoterapia o radioterapia y esto retrasa la operación. Por ello, son muchas las mujeres que ven afectada su autoestima e imagen corporal. Aunque existen prendas de ropa exterior e interior que ayudan a mejorar su autoimagen, es común que estas personas se sientan profundamente inseguras sobre su propio cuerpo, experimentando graves problemas de autoestima que pueden afectar a multitud de áreas en su vida, especialmente la social, personal e íntima. Algunos estudios señalan que alrededor del 50% de las mujeres mastectomizadas presentan algún tipo de trastorno sexual. Por ello, en algunos casos apreciamos que, al sufrimiento general por el diagnóstico, el tratamiento, sus secuelas y las dificultades laborales, económicas y personales, se suma la preocupación por un posible problema de pareja. En estos casos, los psicólogos recomiendan trabajar conjuntamente no solo con la paciente, también con su pareja, de cara a ayudarles a reiniciar la intimidad desde otro prisma, respetando siempre los procesos de la persona diagnosticada.

Debemos tener en cuenta que el cáncer es una enfermedad que implica un impacto global, no solo en la vida de la persona que recibe el diagnóstico, también en la de sus seres queridos y personas cercanas. Es muy importante acompañar al paciente en su proceso, sin invalidar su dolor ni restar importancia al problema. La persona diagnosticada se enfrenta a un proceso de duelo ambiguo, que no puede resolverse hasta que la enfermedad llegue a su fin, y como pasa en el duelo ambiguo, algunas respuestas podemos no entenderlas del todo. Por ello, la figura del psicooncólogo (psicólogo especializado en el tratamiento psicológico de personas con cáncer) puede resultar de gran ayuda para guiar la conducta y aprender a sostener emocionalmente a la persona afectada.