El frío, como todos ya sabemos, trae consigo la aparición del molesto moco en las vías respiratorias altas, generalmente, a causa del catarro. Este, en muchas ocasiones, no es fácil de expulsar y dificulta la respiración, especialmente, cuando vamos a dormir, dificultando también este proceso. Por eso, en las siguientes líneas te descubriremos los dos
mucolíticos que se encuentran en todos los hogares y entre los que siempre dudamos, a pesar de sus grandes similitudes.
¿De qué se componen Flumil y Fluimucil?
Tanto
Fluimucil como Flumil pertenecen al laboratorio Zambon, una farmacéutica preocupada por el bienestar del día a día y a la vanguardia en la búsqueda de tratamientos para diferentes enfermedades relacionadas con el sistema nervioso o con el aparato respiratorio. En este caso, estos dos mucolíticos son los adecuados, gracias a su principio activo de la acetilcisteína, para romper la estructura de los complejos mucoproteicos y favorecer la secreción mucosa.
Este actúa directamente sobre el moco, disminuyendo su viscosidad y fluidificándolo, lo que
favorece la expectoración. Además, funciona como un citoprotector, es decir, contribuye a la protección del tracto gastro-intestinal de la acción de los ácidos y regula los niveles de glutatión durante los momentos en que las defensas bajan para contribuir a la detoxificación del cuerpo.
Por ello,
Flumil y Fluimucil son prácticamente lo mismo, y la única diferencia que podemos hallar entre ambos será su presentación, ya sea en solución oral, en comprimidos efervescentes o en granulado para diluir y en su concentración, cuya elección solo depende de tu preferencia o de las indicaciones de tu médico. Por tanto, cuando estés resfriado y tu nariz esté tan congestionada que no te permita respirar o dificulte la hora del sueño, uno de estos dos mucolíticos será tu mejor aliado, ya que siguiendo la posología podrás sentir un alivio duradero y respirar tranquilo.
Pero, si tu resfriado viene acompañado de dolor de cabeza, deberás acompañar a tu mucolítico de un analgésico y una buena cantidad de agua, por ello,
Fluimocil Complex es la mejor opción, dado que combina el principio activo de la acetilcisteína con el del paracetamol proporcionando un cuidado completo, al tratar los síntomas del dolor leve o moderado que aparece acompañando al catarro avanzado, además de frenar el avance de la fiebre.
¿Cómo elegir correctamente entre ellos?
Ahora llega ese momento, en el que nos acercamos a la farmacia y nos preguntamos: ¿Flumil o
Fluimucil? ¿Qué concentración? ¿Para quién? Lo primero, es que no pueden ser tomados por pacientes con alergia o hipersensibilidad al principio activo de la acetilcisteína. Bien, pues en el caso de que sea para un niño y si el médico no ha indicado lo contrario, entre las edades de 2 a 12 años, se debe buscar la opción de Flumil infantil que siempre necesita prescripción médica. Ya, a partir de 12 años y sin receta, se puede optar por la versión de
Fluimucil 200 mg en polvo granulado para su disolución, cuya concentración es menor y está indicada para un tratamiento más suave del exceso de moco y flema en catarros y gripes; o, por la versión de Fluimucil Complex con 500 mg de paracetamol y 200 mg de acetilcisteína para combatir el resfriado o la gripe que cursa con dolor y fiebre.
En ambos casos, la posología indicada es de 1 sobre de granulado o un comprimido efervescente cada ocho o doce horas, según necesidad, sin superar una dosis diaria de tres veces al día. Se apunta, en el segundo caso, que los pacientes con enfermedades de hígado o de riñón deben consultar antes su médico, así como en otros casos que vienen detallados en su
prospecto.
En caso, de que la congestión nasal sea muy fuerte y densa, se debe optar por la solución oral Fluimucil Forte en comprimidos con una concentración de 600 mg o
Fluimucil en solución oral que, en ambos casos, debe tomarse una vez al día.
¿Cómo contribuir a la expulsión del moco?
No todo es tomar un mucolítico, también existen otras opciones para ayudar a la expulsión del moco y recurrir un poco menos a estos tratamientos médicos. Para aliviar la
congestión nasal y mejorar la salud del sistema inmunitario, podemos encontrar diferentes remedios naturales como las aguas de mar, isotónicas o hipertónicas, que contribuyen a la fluidificación del moco y facilitan su expulsión.
También se puede recurrir a una serie de jarabes naturales con miel y própolis que mejoran las defensas o mucolíticos más naturales. O bálsamos para aplicar sobre el pecho o para hacer vahos que permiten un alivio inmediato de las fosas nasales, entre otros. Y, nunca te olvides, de sonarte suavemente en un pañuelo desechable.