El Día Internacional de las Personas con Discapacidad se conmemora cada 3 de Diciembre desde 1992. Esta efeméride promueve los derechos y el bienestar de las personas con discapacidades en todos los ámbitos de la sociedad y el desarrollo. Asimismo, pretende concienciar sobre la situación de las personas discapacitadas en todos los aspectos de la vida política, social, económica y cultural.
El Día Internacional de las Personas con Discapacidad busca sensibilizar al conjunto de la sociedad, y más allá, llama a la acción. Porque solo el compromiso y el respeto particulares por las distintas capacidades serán capaces de promover la integración. Y esta es la única vía posible para construir entre todos una sociedad más plural, equitativa y justa. Una sociedad desarrollada, en la que cada persona cuente, y cuyos talentos distintos aporte valor y progreso al conjunto.
1 de cada 7 personas en todo el mundo tiene alguna discapacidad.
Más de mil millones de personas en todo el mundo sufren algún tipo de discapacidad. O lo que es lo mismo, una de cada siete personas. Más de cien millones de discapacitados son niños. Tristemente, los niños con discapacidad tienen cuatro veces más posibilidades de ser víctimas de algún tipo de violencia. Y el 50% de las personas con discapacidad no tiene acceso a la sanidad.
Esta relación de números corresponde a los últimos datos recogidos por la Organización de las Naciones Unidas, ONU. Pueden servir para que nos hagamos una idea de la dimensión que tiene la discapacidad. Pero en ningún caso recogen la realidad de aquellas personas con capacidades distintas y la de sus familias y cuidadores. Una realidad que muchas veces se nos escapa porque no queremos mirarla de frente. Y ese desconocimiento nos lleva a la ignorancia, y de ahí al rechazo de las personas con discapacidad.
¿Qué es la discapacidad?
La discapacidad es una condición que afecta a las personas y que puede ser física o mental, como la discapacidad sensorial, cognitiva o intelectual. También la enfermedad mental o varios tipos de enfermedades crónicas. Esta podría ser la definición más técnica. Pero la discapacidad es una condición que afecta directamente a la calidad de vida del individuo y de sus seres más cercanos.
Las personas con discapacidad, que representan a la minoría más amplia del mundo, suelen sufrir una serie de obstáculos como consecuencia de su discapacidad. Estos serían, por ejemplo, menos oportunidades laborales, peor acceso a la educación y tasas de pobreza más altas. Por desgracia, las personas con discapacidad suelen ser más vulnerables y corren mayor peligro de ser víctimas de la violencia. Sin olvidar la discriminación social y la falta de legislación específica para proteger a los discapacitados.
Una sociedad progresa cuando “no deja a nadie atrás”.
Este 2019, el Día Internacional de las Personas con Discapacidad se centra en Empoderar a las Personas con Discapacidad. El objetivo es promover el desarrollo inclusivo, equitativo y sostenible como recoge la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de la Organización de las Naciones Unidas. Este documento considera la discapacidad como una cuestión transversal en la implementación de sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible. Para conseguirlo, se compromete a “no dejar a nadie atrás”.
La accesibilidad y la inclusión de las personas con discapacidad son derechos fundamentales reconocidos por la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad. Son, por tanto, las condiciones sin las cuales este colectivo no puede disfrutar del resto de sus derechos.
El problema es que sin el compromiso, la implicación y apertura de miras de toda la sociedad es imposible alcanzar esos derechos. Solo eliminando los obstáculos a la integración de las personas discapacitadas, éstas podrán participar activa y productivamente en la vida social y económica de sus comunidades. Y está altamente demostrado que pueden aportar mucho al desarrollo de la sociedad.