Es bastante común confundir un acelerador del bronceado con un autobronceador. Sin embargo, hablamos de productos totalmente distintos. Antes de explicar cómo deben usarse los aceleradores del bronceado, primero es importante conocer para qué sirve cada uno de ellos.

¿Qué diferencia al acelerador del bronceado del autobronceador?

El autobronceador es un producto cuya principal característica reside en su contenido en pigmentos artificiales que funcionan como un cosmético cualquiera: broncea la piel a modo de maquillaje. Por tanto, no será necesario exponerse a la radiación solar para conseguir el bronceado deseado.

Por otro lado, el acelerador del bronceado es, como su propio nombre indica, un producto que ayuda a potenciar el bronceado para lograr un tono de piel más intenso y rápido. Esto implica que, a diferencia de los autobronceadores, los aceleradores del bronceado solo son un complemento que reduce los tiempos que el cuerpo necesita para broncearse de forma natural con una exposición prolongada ante el sol.

No obstante, desde DosFarma siempre incidiremos en la necesidad de tomar el sol durante periodos breves de tiempo, evitando las horas de mayor radiación, para al mismo tiempo  reducir al mínimo las posibilidades de sufrir quemaduras en la piel. Además, pese a contener activos antioxidantes, el acelerador del bronceado no tiene la capacidad de proteger la piel de la radiación ultravioleta, por lo que es un producto que necesita complementarse con un buen protector solar. En resumidas cuentas, ni broncean ni protegen por si solos.

Función intensificadora

Por tanto, la característica principal de todo acelerador del bronceado es que su uso se presenta como intensificador en crema o aceite que trabaja desde el interior de la piel, potenciando la producción de melanina. Gracias a componentes como el agua de mar o el aloe vera, favorece la absorción de los protectores solares y tiene un alto poder hidratante y reparador.

Todo esto se traduce en una piel más sana, un bronceado más rápido y un moreno más intenso y duradero en el tiempo. Para prevenir las quemaduras es importante que no se use en pieles muy blancas o durante los primeros días de exposición al sol, que se aplique siempre de forma uniforme para evitar la aparición de manchas en la piel y que se utilice junto con el protector solar.

Consejos para un bronceado más duradero

  1. Usar algún producto autobronceador que ayude a pigmentar la piel.
  2. Complementar el protector solar con algún acelerador del bronceado.
  3. Beber mucha agua, para mantener siempre la piel hidratada.
  4. Aplicar alguna loción con extracto de zanahoria sobre la piel.
  5. Consumir alimentos ricos en betacarotenos como el tomate, el melón o la sandía.
  6. Exfoliar la piel a menudo, ya que estimula la producción de colágeno.
  7. Usar el after-sun después de cada exposición prologando al sol.
  8. Mantener una buena rutina hidratante con alguna crema por la mañana y por la noche.

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