Conocido como uno de los tesoros de la
medicina natural, y fácilmente reconocible en los campos, el
diente de león es una de las plantas medicinales con más efectos positivos para el organismo. Y, además, sus beneficios están sobradamente probados a nivel científico.
Fuente inagotable de vitaminas, sus propiedades marcan la diferencia desde hace miles de años. Es hora de saberlo todo sobre él.
¿Qué es el diente de león y para qué sirve?
Formado a partir de multitud de compuestos antioxidantes y antiinflamatorios, como es el caso del betacaroteno o los polifenoles, el
diente de león es una planta con multitud de propiedades medicinales. Así lo descubrieron y entendieron los antepasados hace miles de años, tal y como sucedió en la Antigua Grecia o en antiguas civilizaciones árabes.
En resumen, esta planta ha sido considerada siempre como 'limpiadora de sangre', debido a su acción estimuladora del metabolismo. De tal modo, tiene interesantes aplicaciones en casos de insuficiencia hepática, cálculos biliares o hipercolesterolemia.
Del mismo modo, el diente de león actúa como fármaco de suave acción colerética, diurética y estimuladora del apetito; y como coadyuvante en patologías hepáticas y trastornos de la digestión, especialmente cuando existe una mala digestión de las grasas.
Propiedades y beneficios del diente de león
De nombre científico
Taraxacum officinale, el diente de león tiene multitud de
propiedades terapéuticas y beneficios para la salud. De esta planta medicinal se aprovechan tanto la raíz y las hojas como la flor, con la que se prepara el té de diente de león.
Ayuda a adelgazar
El
diente de león se presenta como un excelente diurético, es decir, aumenta la producción de orina y ayuda a combatir la retención de líquidos. Así pues, está indicado en aquellas situaciones en las que resulta interesante la eliminación de agua u otros desechos o toxinas que se acumulan en el organismo.
Se trata de una hierba comestible que presenta un elevado porcentaje de agua y un bajo contenido en carbohidratos y grasas. En consecuencia, es ligera y poco calórica. Estas cualidades la hacen idónea para quienes pretenden perder peso o realizan dietas de adelgazamiento.
Potencia el sistema inmune
Esta planta es rica en:
- Vitamina C.
- Ácido fólico.
- Betacaroteno (precursor de la vitamina A).
Estos componentes, que también pueden encontrarse en diversas frutas, verduras y granos, refuerzan el sistema inmunitario y ayudan a prevenir el envejecimiento prematuro y la aparición o el desarrollo de ciertas enfermedades crónicas, como por ejemplo el cáncer.
Eficaz contra el acné
Su riqueza en betacaroteno, vitamina esencial para mantener las mucosas, la visión y la piel en buen estado, convierte al
diente de león en un remedio natural contra las impurezas cutáneas.
De manera externa o por vía tópica, el diente de león se emplea en forma de emplasto en el tratamiento de afecciones dermatológicas como eccemas, psoriasis, acné, herpes, etc. Favorece la cicatrización de llagas y heridas, y puede ser de ayuda en caso de quemaduras menores y hematomas.
Un aliado para el hígado
Ejerce un efecto
protector y depurativo sobre el hígado, el órgano encargado de purificar la sangre o de mantenerla limpia. Facilita la expulsión de toxinas a través de la orina y tiene propiedades coleréticas y colagogas, lo que quiere decir que estimula la producción y secreción de bilis, mejorando la digestión de las grasas.
Puede ser útil en caso de hepatitis, cirrosis y otros problemas asociados con el funcionamiento del hígado. Además, actúa en la vesícula evitando que se formen piedras o cálculos, e incluso podría contribuir a que se disuelvan.
¿Cómo tomar el diente de león?
Si bien puede consumirse directamente como alimento, el diente de león también aparece como componente en multitud de complementos y suplementos alimenticios. Las opciones más comunes para consumirlo son las siguientes.
Infusiones
Para ingerirla en infusión, el agua nunca debe llegar a su punto de ebullición. Cuando eso sucede, lo aconsejable es apagar el fuego e introducir en el agua muy caliente añadir las partes que interesen del diente de león, habitualmente flores y hojas.
Es importante tomar el té recién hecho y caliente. Además, tras hacer la infusión, es recomendable colarla, de modo que pueda consumirse sin problema y sin encontrar restos de raíz o de las hojas.
Comprimidos o cápsulas
De manera habitual, se utiliza en complementos destinados al mantenimiento normal del sistema urinario, así como para evitar retención de líquidos. Cada marca prescribirá la toma necesaria para una correcta posología. En todo caso, habitualmente se deben ingerir varias cápsulas a lo largo del día para notar sus efectos con la mayor inmediatez posible.
Contraindicaciones del diente de león
¿El
diente de león es seguro? Dicha planta presenta una baja toxicidad, especialmente al ser ingerida o al ser tomada en dosis terapéuticas. No obstante, hay que tener en cuenta que no está libre de contraindicaciones y efectos secundarios, aunque estas reacciones adversas suelen ser poco frecuentes.
Como su inocuidad para el feto no ha sido demostrada, el diente de león se ha de evitar durante el embarazo. Tampoco se recomienda a personas con úlcera digestiva o acidez estomacal ni a las que son alérgicas a las plantas compuestas.
El uso de esta planta, en casos de obesidad o hipertensión, debe estar supervisado por un profesional de la salud. No es recomendable hacer uso del diente de león sin antes consultar al médico o especialista si se pretende combinar con algún tratamiento farmacológico.