La calabaza, como fruta, contiene importantes propiedades nutritivas, pero dentro de ella alberga unas pequeñas semillas que, desde luego, no tienen nada que envidiar a esa esfera gigante: las pipas de calabaza tienen un valioso potencial para el organismo, por lo que desechar esas diminutas pepitas no puede ser una opción.
Propiedades nutricionales
Las semillas de calabaza encabezan la lista de alimentos saludables, por lo que sus propiedades nutricionales encajan perfectamente con los nuevos hábitos sociales de alimentación que cada vez se preocupan más por la salud y por la concienciación con el entorno. Las pipas de calabaza (semillas de calabaza) son ricas en ácidos grasos y antioxidantes, vitaminas y minerales esenciales para el buen funcionamiento del corazón y el sistema nervioso. Estos alimentos suponen un gran aporte nutricional para nuestro organismo de vitaminas A, de complejos vitamínicos B; de vitaminas C, D, E y K; de fósforo; de zinc; de calcio; de cobre; de potasio; de hierro y, de magnesio. Las semillas que extraemos de las calabazas son alimentos que incluyen los valores energéticos necesarios para llevar una dieta sana y equilibrada. Las pipas de calabaza suministran el aminoácido triptófano, un neurotransmisor que ayuda al funcionamiento del cerebro; son una excelente fuente de fibra dietética, de proteínas y, además, no contienen colesterol. Hay varias formas de preparar las pipas de calabaza para convertirlas en aperitivos deliciosos o dulces postres. El primer paso, el más laborioso, consiste en recoger todas las pipas en un cuenco y separarla de las fibras de calabaza. Luego, normalmente se limpian con agua y sal, se hierven, se dejan secar al aire libre, y, después, se pueden tostar al horno a una temperatura media de 175º C durante unos 40-50 minutos hasta que estén doradas. Aunque, también se pueden comer crudas perfectamente. Una vez listas (tostadas o no), pueden comerse directamente así, o incluirse en otros sabrosos preparados. Las pipas de calabaza tienen un sabor dulce y suave, parecido a las nueces o a las almendras, mucho menos amargo que la calabaza normal, y una textura delicada y fácil de masticar. La alternativa más sencilla y eficaz para servirlas es esparciéndolas en sopas o ensaladas aliñadas al gusto, para conseguir un aporte nutritivo extra. Otras posibilidades de las pipas de calabaza, incluyen recetas más elaboradas y diseñadas, especialmente, para endulzar una oscura noche de otoño. Esta joya nutricional, se puede poner en panes, bizcochos, muffins, galletas, tartas de queso, o pueden caramelizarse para añadirlas a crujientes barritas de cereales caseras. Por eso, y para evitar, además, los excesos de golosinas que cometen los niños durante ese día, las pipas de calabaza, pueden convertirse en el ingrediente secreto de los divertidos dulces de Halloween. Podrás aprovechar todo el interior de tus aterradoras lamparillas y, ofrecer a los demás, unos aperitivos ricos, saludables y de temporada. El aceite de semillas de calabaza, es una de las elaboraciones más preciadas de estos alimentos. También llamado ‘oro negro’ por su precio elevado, este aceite requiere de una elaboración más compleja y costosa. Se necesitan las pipas sin cáscara y, un mínimo de 30 calabazas para extraer suficientes semillas como para conseguir un litro. Posee un sabor único y unas cualidades nutritivas asombrosas. Además de estar muy valorado por sus propiedades terapéuticas, en países como Austria, concretamente en Estiria, lugar de procedencia, es considerado un auténtico manjar.Propiedades medicinales
Los estudios demuestran que la ingesta consistente de semillas de calabaza ofrece múltiples efectos beneficiosos a la salud. Incluirlas en la dieta suponen un aporte nutricional que puede mejorar la salud renal, desintoxicar el organismo y eliminar parásitos, entre muchos otros beneficios. Son muy recomendables para tratar diferentes síntomas y patologías como:- Antidepresivo natural: Su composición rica en L-triptófano ayuda a aumentar los niveles de serotonina, por lo que funcionan de forma efectiva contra la depresión.
- Artritis: Gracias a sus componentes, los antioxidantes tales como la vitamina E y los carotenoides, las pipas de calabaza ayudan a reducir la inflamación siendo un remedio natural contra esta enfermedad.
- Diabetes: Estimulan las funciones del páncreas ayudando a regular los niveles de azúcar en la sangre.
- El aceite de semillas de calabaza: Por sus propiedades nutricionales, esta extracción posee grandes poderes terapéuticos. Es un perfecto emoliente y calmante, ideal para masajes en pieles sensibles. Funciona como laxantes y, se le considera muy beneficioso para los pulmones y las membranas mucosas.
- Eliminan los parásitos: Las semillas de calabaza tienen un fuerte poder contra los parásitos intestinales, sobre todo, los caninos. Ayudan al tratamiento de intestinos sensibles e irritados.
- Insomnio: Son ricas en triptófano, un aminoácido que ayuda a conciliar el sueño. Las semillas de calabaza en combinación con hidratos de carbono, son casi tan eficaces como el triptófano farmacéutico en la reducción del tiempo que permanecemos despiertos durante la noche.
- Osteoporosis: Debido su alto contenido en zinc, estas semillas ayudan a retrasar el deterioro de la densidad ósea.
- Problemas de próstata y vejiga: Gracias a la cucurbitina, un aminoácido esencial que actúa sobre el sistema urinario y sus dolencias, las semillas de calabaza evitan el agrandamiento de la próstata y corrigen los efectos de la vejiga hiperactiva. Los fitoesteroles, ayudan a estrechar una próstata agrandada, mientras el zinc apoya la salud de la próstata y, mejora la frecuencia urinaria nocturna. La gran acumulación de fitoesteroles también reduce el colesterol malo.
- Problemas cardiovasculares y enfermedad hepática: Las semillas de calabaza tienen propiedades protectoras para el corazón y el hígado. Al ser ricas en magnesio, mejoran la presión sanguínea, lo que reduce la probabilidad de padecer enfermedades cardíacas. El aislado de proteína de semilla de calabaza ha demostrado aliviar el acetaminofeno, que es la toxicidad en el hígado y, también ayuda a proteger contra las lesiones hepáticas.