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29 de marzo de 2020
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¿Qué puede y qué no puede hacer una mujer durante el postparto?

En la etapa de recuperación después del parto, conocida como postparto, cuerpo y mente de la madre deben volver a su estado previo a dicho proceso vital. Por ello, es importante que las madres se cuiden especialmente, y que, a pesar de las dificultades, establezcan una rutina diaria que les beneficie. Dar a luz es una experiencia única e incomparable, tanto en el momento del parto como por la revolución que supone la llegada de una nueva vida a cualquier familia. Pero la paternidad esconde una 'cara B' para la que los progenitores, y en especial las madres, no suelen recibir una preparación adecuada. Si bien esa no es la prioridad nada más producirse el nacimiento del bebé, sí que es necesario incorporar esta rutina para que la madre y su primogénito alcancen el máximo bienestar posible.

¿Qué es el postparto?

El postparto se define como el periodo de tiempo que comprende las primeras 6 u 8 semanas posteriores al alumbramiento. Este proceso, también conocido como cuarentena, implica numerosos cambios por los cuales dicho cuerpo regresa al estado anterior al embarazo. Este periodo se inicia una vez expulsada la placenta, y, a partir de ahí, el útero se contrae y comienza a experimentar una serie de cambios. Algunos de los problemas más frecuentes, los cuales se exponen a continuación, suelen ser: cambios corporales (como la aparición de estrías), cambios emocionales, estreñimiento o hemorragias, entre otros.

Cambios en el cuerpo de la mujer tras el parto

Tras la llegada al mundo del bebé, la madre puede vivir una serie de cambios. En el apartado físico, es posible percibir estas alteraciones:
  • Los pechos son más sensibles y dolorosos al tacto con motivo de la subida de la leche.
  • Tras el alumbramiento es posible que la mujer padezca estreñimiento. La defecación puede resultar dolorosa a consecuencia de la presencia de hemorroides, la cicatriz de la episiotomía y/o los músculos perineales doloridos.
  • Los puntos de la episiotomía pueden hacer que sea doloroso caminar o sentarse, hasta su cicatrización. Igualmente, pueden doler al toser o estornudar durante el proceso de curación.
  • Incontinencia urinaria y/o fecal.
  • Otro de los inconvenientes con los que se encuentran las mamás son los loquios. En las primeras semanas, el flujo vaginal será abundante, y con presencia de coágulos de sangre.
  • También en los días posteriores al parto es frecuente que las madres sufran entuertos. O lo que es lo mismo, su útero seguirá contrayéndose. Las contracciones se harán más intensas durante la lactancia materna o si toma medicamentos para reducir el sangrado vaginal.
  • El peso saludable es otra de las cuestiones que más tiempo y esfuerzo cuesta recuperar a las mujeres.

¿Cómo cuidarse durante el postparto?

Cada mujer necesita de una cantidad de tiempo diferente para recuperarse tras el parto. Es habitual que, en las primeras semanas, se sienta incertidumbre, e incluso tristeza. Todo ello es fruto de los cambios hormonales y del miedo experimentado por esta nueva situación, especialmente si se es madre primeriza. Por ello, se debe saber qué se puede y qué no se puede hacer durante el postparto, y así asegurar que la recuperación sea lo más rápida posible.
  • No es necesario ponerse a dieta. Aunque sea importante recuperarse cuanto antes, es vital llevar una alimentación sana y equilibrada, especialmente si se decide amamantar al bebé.
  • No fumar ni beber alcohol. No se debe hacer ni durante el embarazo ni durante la lactancia. El humo puede ser respirado por el niño y el alcohol puede afectar a la leche materna.
  • No usar tampones. Su uso aumenta el riesgo de sufrir infecciones.
  • No dejar húmedas las heridas de la cesárea o la episiotomía. Se recomienda utilizar empapadores cuando la madre esté acostada, y dejar la zona sin cubrir durante el tiempo restante.
  • No hacer ejercicio físico intenso. El cuerpo se encuentra inmerso en su proceso de recuperación y adaptación a su estado habitual. Los excesos no son buenos acompañantes.
  • Que no cunda el desánimo. Es una nueva situación que requiere de un gran periodo de adaptación. El día a día hará que el vínculo con el pequeño sea único y la adaptación será rápida.

¿Qué sucede con el sexo tras el parto?

Para muchas mujeres es difícil asimilar cómo su cuerpo ha sufrido tantos cambios físicos. Estos cambios pueden influir, de hecho, en ámbitos de su vida, como es el caso del sexo. La flacidez en la zona abdominal y los kilos de más pueden provocar una sensación de inseguridad que afecte a su vida sexual. Pero todo vuelve a su sitio: es cuestión de tiempo. Según los expertos, no debe descartarse por completo tener relaciones sexuales durante la cuarentena. En cambio, si durante el postparto existe sangrado aún en la zona, o se experimentan secreciones vaginales que desvelan que el útero aún no ha completado su proceso de cicatrización, sí será peligroso. Cuando nace el bebé, la placenta se desprende del útero, dejando una herida que cicatriza cuando este recupera su tamaño normal. El área vaginal necesita de un periodo de reposo, por lo que, en muchos casos, lo más recomendable pasa por comenzar de forma paulatina con juegos sexuales antes de retomar la penetración. Es lo más adecuado si el deseo aparece y aún no ha finalizado la cuarentena, ya que existen múltiples formas de excitarse y disfrutar sin penetración. Véanse el uso de juguetes eróticos o estimulantes. En todo caso, lo mejor será respetar el tiempo que el cuerpo necesita para recuperarse, contando con la supervisión del médico, y que la mujer se encuentre en plenas facultades para disfrutar de las relaciones sexuales.

¿Cómo alimentarse durante el postparto?

Una de las mayores dudas de las madres durante el postparto es saber qué alimentos se pueden comer para que el cuerpo recupere su estado habitual cuanto antes. Tan importante es no recurrir a dietas milagro, como mantener una alimentación variada y equilibrada, que es el único truco para mostrarse saludable.
  • Comer 5 porciones diarias de frutas y verduras frescas.
  • Ingerir cereales y legumbres integrales que aporten energía y sacien.
  • Que abunden los alimentos ricos en fibra, especialmente si además se sufre de estreñimiento.
  • Comer alimentos ricos en calcio, como el yogurt, la leche o el queso, especialmente si se opta por la lactancia materna, preferiblemente lácteos desnatados.
  • No olvidar el consumo de carne roja, de dos a tres veces por semana.
  • Es importante no saltarse ninguna comida, evitando picar entre horas. Comer cada 3 o 4 horas es la clave para no llegar hambrienta a la siguiente comida.
  • Beber dos litros diarios de agua y evitar los refrescos azucarados.
  • Evitar los dulces y los productos procesados.
La mejor alimentación es aquella que contiene productos muy nutritivos, marcando las calorías necesarias para pasar el día.

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