El esmalte dental es la capa más superficial y externa del diente, y se compone de un conjunto de cristales de calcio denominados hidroxiapatita. Un esmalte dental dañado puede presentar algunas alteraciones, como la hipoplasia, que consiste en un desarrollo anormal o insuficiente, y se enfrenta, asimismo, al desgaste propio del paso del tiempo. Son muchas las razones que motivan el desgaste o erosión, desde la forma en la que te cepillas los dientes hasta la elección de comidas y bebidas.

¿Cuál es la causa de un esmalte dental dañado?

Entre los factores más frecuentes que causan un esmalte dental dañado destaca el propio cepillado. De una parte, es la herramienta más eficaz para la higiene bucodental, pero se puede convertir en el peor enemigo de la salud de los dientes si no se realiza correctamente.

  • Técnica de cepillado agresivo. Un cepillado excesivamente impulsivo puede provocar la pérdida del esmalte, promoviendo incluso la recesión de encías. En este sentido, se aconseja optar por cepillos de dientes de cerdas suaves, menos agresivos para las encías e igual de efectivos para eliminar la placa.

En cuanto al cepillado, el Consejo General de Dentistas recomienda dividir la boca en cuatro áreas para simplificar la secuencia de cepillado. Los pasos a seguir, que se pueden consultar en el vídeo explicativo “Uso del cepillo dental manual” de la organización colegial, son:

  1. Limpieza de la parte superior. Cepillar las caras externas de los dientes. Para ello, colocaremos el cepillo perpendicular al diente, ligeramente inclinado hacia la encía. Realizamos movimientos descendentes girando suavemente el cepillo hasta llegar al final del diente. El cepillado debe ser siempre desde la encía hacia el diente. Para las caras internas, se emplea la misma técnica. Por último, se cepillan las caras triturantes con movimientos horizontales hacia delante y hacia atrás.
  2. Limpieza de parte inferior. Cepillado de las caras externas de los dientes. En este caso, los movimientos son ascendentes, siguiendo la misma técnica. A las caras externas siguen las internas y las caras triturantes.
  3. Cepillar la lengua. Colocar el cepillo perpendicularmente en la parte posterior. Realizar barridos hacia la parte anterior de la lengua, siempre desde atrás hacia delante.
  4. Mantenimiento del cepillo de dientes. El cepillo se debe mantener en buen estado y libre de suciedad. Por ello, hay que cambiarlo cada 2 ó 3 meses.
  5. Erosión ácida de los dientes. Las comidas o bebidas ácidas entran pueden reblandecer la capa más exterior del esmalte. Si nos cepillamos los dientes inmediatamente después de su consumo, esta capa puede ser eliminada más fácilmente. Si esta situación se da con frecuencia podría provocar la erosión del esmalte dental.

 Síntomas de la erosión del esmalte

  • La dentadura presenta ventosas, o lo que es lo mismo, abolladuras.
  • Dientes amarillentos.
  • Presencia de diminutas grietas.
  • Sensación de debilidad al contacto con líquidos a temperaturas extremas o alimentos muy dulces.

Prevención y tratamiento para el esmalte dental dañado

  • Consulta a tu dentista. El especialista te indicará cómo controlar la erosión del esmalte y la sensibilidad dental si se produce, según las opciones más eficaces para tu caso concreto.
  • Mantenimiento de una dieta equilibrada y variada. Se aconseja reducir el consumo de alimentos y bebidas ácidas. En cuanto a la higiene, es conveniente esperar unos 30 minutos después de consumir alimentos y bebidas ácidas antes de cepillar los dientes.

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