Antigripales

¿Qué son los antigripales?

Los antigripales son unos fármacos de libre venta, es decir, que no requieren de prescripción médica, que se utilizan para el alivio instantáneo de los desagradables y molestos síntomas del resfriado, el catarro o la gripe común.  Estos compuestos químicos sanitarios incluyen en su formulación distintos principios activos que combaten eficazmente los síntomas de algunas patologías comunes. No destruyen bacterias ni eliminan los virus, solo controlan los efectos mientras que el cuerpo se encarga de eliminar la afección del organismo.

Los antibióticos, por lo general, no son útiles contra los resfriados comunes causados por una infección vírica, ya que estos medicamentos solo se utilizan cuando existe un caso claro de infección provocado por bacterias. Para este tipo de patologías es necesario utilizar un buen antigripal. Estos medicamentos combinan la acción de diferentes componentes:

-       Analgésicos y antipiréticos: estos medicamentos incluyen compuestos analgésicos, que alivian eficazmente los síntomas del dolor y las molestias, y,  antipiréticos, eficaces para el control de la temperatura corporal, por lo que ayudan a reducir los estados febriles. Actúan de forma eficaz contra el dolor de cabeza, el dolor muscular, la fiebre y las dolencias causadas por ciertas inflamaciones como el dolor de garganta. Algunos pueden ser el paracetamol, ácido acetilsalicílico o el ibuprofeno.

-       Antihistamínicos: disminuyen la cantidad de segregación de mocos, por lo que reducen de forma eficaz la congestión nasal, el lagrimeo e, incluso alivian los dolores de cabeza ocasionados por el exceso de mucosa en la parte frontal. Destaca la clorfenamina y la doxilamina. También combaten la sensación de ojos llorosos durante el resfriado al bloquear la acción de la histamina.

-       Antitusígenos: eficaces para combatir los molestos síntomas de la tos, ayudando a eliminar las sustancias extrañas de las vías respiratorias, como por ejemplo el dextrometorfano.

-       Descongestivos sistmémicos: disminuyen el flujo de sangre en la zona de las vías respiratorias superiores como la garganta y la nariz, por lo que acaban con la inflamación y la producción de mucosidad ofreciendo un alivio inmediato de las mucosas. Este tipo de descongestionantes no tienen efectos rebote y destacan la antazolina, xilometazolina o la imidazolina.

-       Mucolíticos y expectorantes: estos medicamentos facilitan la expulsión de los mocos, disminuyen la viscosidad de la secreción mucosa bronquial y estimulan los mecanismos de expulsión.

-       Otros: algunos compuestos también efectivos y presentes en la formulación de estos medicamentos son las vitaminas A,C y D; la cafeína; la guaifenesina; el alcanfor, el mentol o, el eucalipto.

¿Qué tipos de antigripales existen?

La función principal de los antigripales, en definitiva, es la de aliviar la mayoría de los síntomas asociados con la gripe como los dolores de cabeza, la congestión nasal, la tos o los estornudos. Son medicamentos en los que se encuentran, como mínimo, tres principios activos fundamentales ideales para aliviar y combatir los signos del resfriado. Tienen un efecto global contra todos esos síntomas y, pese a tener composiciones similares de actuación, conviene leer el prospecto de estos medicamentos antes de tomarlos para obtener información sobre si se tiene alergia a alguno de los compuestos, ya que los antigripales incluyen en su composición ibuprofeno, por ejemplo, paracetamol o ácido acetilsalicílico. Se pueden presentar en forma de comprimidos orales, sobres granulados o jarabes.

El paracetamol es el analgésico y antipirético más utilizado y presente en la mayoría de medicamentos indicados para combatir los desagradables efectos de la gripe, como es el caso de Frenadol, uno de los antigripales más famosos y reconocidos por un gran porcentaje de la población. Un medicamento que actúa contra el dolor moderado, la fiebre, la tos seca y la secreción nasal. Pueden encontrarse este medicamentos en diferentes formatos como comprimidos efervescentes, cápsulas o en sobres para disolver. Bisolgrip, también es un antigripal que contiene paracetamol, muy eficaz. Combate la congestión, reduce la fiebre el dolor y el malestar de un modo inmediato. Este fármaco está presente únicamente en sobres y, pueden usarlo adultos y adolescentes a partir de 12 años. Termalgin gripe, también compuesto con paracetamol y en formato de sobres, es un medicamento no apto para niños, que combate de forma instantánea los desagradables síntomas del resfriado.

El ibuprofeno, es uno de los principios activos también presentes en los antigripales y funciona de forma eficaz garantizando el bienestar de las personas que recurren a este medicamento. Bisolfren, es un medicamento indicado para  reducir el dolor y la fiebre alta. Contiene ibuprofeno y pseudoefedrina, este último componente es un medicamento vasoconstrictor, por lo que actúa sobre los vasos sanguíneos de la nariz para aliviar la congestión nasal. Couldina Instant, es otro medicamento que se presenta en sobre que no incluye ni paracetamol ni ibuprofeno, sino ácido acetilsalicílico. Por su parte, alivia los síntomas del resfriado gracias a la combinación de sus principios activos.

Estos fármacos que ofrecen soluciones eficaces, también pueden presentar efectos secundarios. Entre los síntomas adversos más comunes destaca la sequedad en la boca, un ritmo cardiaco acelerado, leves somnolencias, un aumento de la presión sanguínea y, en ocasiones, perdidas de apetito. Los que incluyen en su definición la palabra forte, incluyen una mayor concentración de analgésicos. 

¿Dónde comprar antigripales online?

En la farmacia online de DosFarma es posible comprar antigripales de un modo rápido y seguro. Estos medicamentos se utilizan para aliviar y combatir los molestos síntomas de la gripe. Los precios de los antigripales son de farmacia y ofrecen resultados visibles, siempre de la mano de fabricantes de confianza como Cinfatos, Couldina, Frenadol o Fluimucil. Hay veces que no se sabe con total certeza cuando comenzar a tomar antigripales, el problema es que cuesta identificar cuando se trata de un catarro común o una gripe. Lo ideal es acudir a un especialista de la salud que indique un diagnóstico concreto y ofrezca un medicamento adecuado para cada patología.